Trabajo realizado por Analía Montórfano en colaboración con Ema Macías de González del Solar, sobre tres demandas de divorcios entabladas durante el siglo XIX ante el Tribunal Eclesiástico de esa ciudad, que encontré hace unos años, en el Archivo Arzobispal de Paraná.

El signo común en estos pedidos de divorcio es el de la sevicia, es decir la violencia familiar que denuncia la esposa por los malos tratos del marido, solicitando la separación “quod thorum ad mutuam cohabitationem”, situación que ya encontramos como denominador común en bibliografía sobre el tema, del siglo XVII.

Si bien la Iglesia nunca aceptó la disolución del vínculo conyugal, en casos graves podían suspenderse las obligaciones inherentes al matrimonio de dos maneras: por el divorcio o la nulidad. Con el divorcio se autorizaba la separación física, que no podían efectuarla sin autorización de la Iglesia, y sin permiso para contraer nuevas nupcias hasta la muerte de su cónyuge. Con la nulidad era posible contraer nuevas nupcias, por considerarse que el matrimonio había sido celebrado entre imposibilitados, de algún modo, y se declaraba que había sido nulo desde el principio. En el presente trabajo, debido a nuestro hallazgo, desarrollamos únicamente el tema de los divorcios parroquiales.

 

Las siguientes demandas de divorcios han sido transcriptas en su totalidad:

Año 1834: Instancia promovida por Doña CLEMENCIA PARERA contra su esposo Don LEÓN de SAN SALVADOR en este Juzgado Eclesiástico.

Año 1878: PETRONA SUÁREZ contra su esposo D. DANIEL MacDOUGALL sobre divorcio.

Año 1878: Dña. NICOLASA RODRIGUEZ en la demanda de divorcio contra su legítimo esposo D. CELESTINO ANDINO.



Publicado en la Revista N° VII del Centro de Genealogía de Entre Ríos, editada en 2009.

Página web: http://www.genealogiaentrerios.com.ar

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